Los desechos plásticos cubren millones de kilómetros de los océanos y playas de la Argentina y de todo el mundo. El problema radica en que tardan miles de años en descomponerse, son dañinos para los organismos, contaminan aguas potables y su degradación libera compuestos tóxicos a las redes tróficas. El agua de mar se encuentra en permanente interacción con las playas, por lo que el intercambio de plásticos entre el mar y la arena es continuo. A su vez, esta problemática se incrementa en verano por la gran cantidad de gente que transita las playas.
Según la Fundación Mundo Marino, el 97% de las tortugas rescatadas del mar tienen plásticos en su cuerpo y el 80% de los residuos encontrados en las playas bonaerenses son de ese material. Actualmente, nuestro país se encuentra entre los 30 países que más residuos tira al mar. Según el último “Censo de Basura Costera Marina 2019” realizado por la Fundación Vida Silvestre Argentina y otras ONG costeras, los tipos de contaminantes más encontrados en las playas fueron las colillas de cigarrillo -27%-; los fragmentos -20%-, envoltorios -8,1%- y bolsas -6,2%- de plásticos; telgopor -8,6%-, botellas y otros envases -6,9%- y tapitas -6,2%-. Del residuo más contaminante, que son las colillas de cigarrillos, se encontraron 16.325 unidades. Esto pone en alerta a todos los ambientalistas, debido a que se considera que cada una de ellas puede contaminar entre ocho y 10 litros de agua salada y hasta 50 litros si se trata de agua dulce.
El problema principal con los plásticos en el ambiente es que a medida que pasa el tiempo se fragmentan en pedazos cada vez más pequeños. Los animales marinos no se comen una botella o una bolsa entera, pero sí estos fragmentos que se asemejan a su alimento. Al ingerirlos, el plástico entra en las redes alimentarias. Y como destino final, puede llegar hasta los seres humanos que ingieren esos pescados del mar. Asimismo, los contaminantes tóxicos se adhieren a los microplásticos y también aumentan su concentración en las cadenas tróficas.
Por todas estas razones es que diferentes organizaciones ambientalistas y vecinos de la zona costera decidieron impulsar acciones de limpieza de playas para concientizar sobre el impacto de los plásticos de un solo uso como botellas, sorbetes y vasos que usamos unos minutos, pero contaminan los océanos y afectan a la fauna marina por años. Se trata de una acción concreta que enseña con el ejemplo y que reúne a miles de voluntarios con una causa en común.
¿Cuál es el destino de toda la basura recogida en las playas? En Pinamar, por ejemplo, gracias a un acuerdo con la municipalidad, la cooperativa "Reciclando Conciencia" recibe todos los residuos y se encarga de clasificarlos en 24 categorías distintas para darles una segunda utilidad, mediante el reciclaje y construcción de tablas de madera plástica y producción de ecobloques de telgopor, adoquines de polietileno y escombro y chapas escalonadas hechas con aluminio tetra brick.
Para que se produzca un cambio que impacte en el ambiente, primero hay que empezar por uno mismo tomando conciencia de las consecuencias de nuestras conductas. Por otra parte, promover una correcta separación de la basura en cestos de diferentes colores en las playas que permitan recuperar los plásticos para que pueda que se puedan reciclar correctamente por las cooperativas, son acciones que se le pueden exigir al Estado para producir cambios verdaderos y significativos.