Un intrépido oficial de policía italiano recibió una tarea digna de piloto de Fórmula 1: cubrir 480 kilómetros en sólo dos horas a bordo de un Lamborghini Huracán de la fuerza, para entregar un riñón de un donante.
Un video subido por la policía nacional de Italia a Twitter muestra al automóvil celeste y blanco cargado con el frágil órgano del donante, debido a que los hospitales tanto de origen como de destino no permitían el traslado aéreo. El riñón, protegido dentro de una conservadora portátil, tuvo que entrar en el minúsculo baúl frontal porque la parte trasera del vehículo está reservada para su monstruoso motor de diez cilindros y 600 caballos de fuerza que se apodera de la mayor parte del sector posterior del vehículo. La velocidad promedio del auto es de 230 kilómetros por hora, lo que reduce un viaje de seis horas desde Roma a Padua a solo un tercio de su tiempo habitual.
“Para salvar una vida no se necesitan superpoderes”, decía el tweet.
El vehículo, que puede acelerar de 0 a 100 kilómetros por hora en menos de tres segundos y alcanza un máximo de 325 kilómetros por hora, generalmente sirve como vehículo de patrulla y se unió a la fuerza en 2017, según la web de autos Jalopnik.
El interior está equipado con lo que normalmente se encuentra dentro de un automóvil de este tipo: una computadora de la policía, algunas luces y otros equipos.
Sin embargo, pese a la exitosa misión, la gente se preguntaba por qué los funcionarios italianos no usaron un helicóptero para transportar el riñón. Una vista de Google Maps del Policlínico Universitario en Padua, el hospital inicial, no parece mostrar un helipuerto o un área plana cercana de fácil acceso, por lo que un Lamborghini probablemente tenía más sentido.
La policía italiana cuenta con algunas unidades de alta velocidad como ésta hace ya algunos años. Su uso se centra en actividades que requieren alta velocidad, no obstante, su escaso espacio interior impide realizar tareas que requieren transportar más herramientas, oficiales, o hasta personas detenidas.