Un estudio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España -CSIC- abrió la polémica al asegurar que el cerebro de los hijos hereda los beneficios de los progenitores deportistas, incluso confirman que tienen más neuronas -y que son más eficientes-, que el resto.
Esta información está plasmada en el libro “Cerebro y Ejercicio” que publicó en 2020 el CSIC. Durante muchos años, la ciencia confirmó que los efectos negativos del estrés se heredan de padres a hijos. Lo malo pasa de una generación a la siguiente, pero… ¿Qué pasa con lo bueno? ¿Eso no se traspasa? Los recientes estudios demuestran que sí y afirman que ya se sabe que hay mejoras cognitivas en los hijos de personas que practican deporte: aunque sean sedentarios, los descendientes son más inteligentes y tienen mayor capacidad de aprendizaje.
El Coordinador del Grupo de Neurogénesis del Individuo Adulto del CSIC, José Luis Trejo, en declaraciones con medios españoles aseguró que el cerebro de los hijos de padres deportistas tiene más neuronas, que las mitocondrias -que es lo que mantiene vivas a las neuronas- funcionan mejor, y que la sinapsis -el mecanismo químico que facilita la comunicación entre las neuronas- también es más eficiente.
Pero, ¿Cómo se transmite de padre a hijo? A través de los microARN, que viajan en los espermatozoides. Los MicroARN son secuencias de ácido ribonucleico producidas constantemente por el organismo y participan en muchos procesos biológicos, que median en las herencias para lo malo y ahora se sabe, según el CISC, que para lo bueno también. Incluso, los beneficios pueden llegar hasta los nietos, incluso aunque sus padres hayan sido sedentarios.
¿Cómo se llegó a esa conclusión? Los investigadores hicieron la prueba con ratones. Eligieron un ejemplar sedentario y analizaron la capacidad cerebral de su camada. Luego a ese mismo ratón sedentario lo convirtieron en atleta haciéndolo correr en la rueda y por último, lo hicieron procrear. Según el CSIC, la herencia también es posible en humanos. Pero la clave es encontrar el término medio de la actividad física para que dé buenos resultados.
Generalmente, el deporte es un muy buen contexto y una gran excusa para explorarse y conocer los límites del cuerpo. Sin embargo, en neurobiología eso no es tan sano. El deporte por su esencia es competición y la competición genera estrés; estrés que ya dijimos, se traspasa a los hijos y no es bueno para el cerebro, dado que puede matar neuronas.