La tecnología podría salvar vidas al llegar más rápido a zonas de difícil acceso en helicóptero.
El Great North Air Ambulance Service, una organización benéfica registrada en el Reino Unido dedicada a brindar servicios de emergencia en helicópteros, está probando un jetpack fabricado por Gravity Industries para permitir algún día a los paramédicos volar hasta una montaña para brindar primeros auxilios, informa la BBC.
Un jetpack es una artefacto que se coloca en la espalda como una mochila, y funciona con motores de propulsión a chorro, cuyos gases al escapar permiten volar al que la tiene colocada. Este instrumento podría permitir que los paramédicos se remonten a la montaña en 90 segundos en lugar de caminar durante 30 minutos, según el director de operaciones de GNAAS, Andy Mawson. "En una mochila propulsora, lo que podría haber tardado hasta una hora en llegar al paciente puede que solo tome unos minutos, y eso podría significar la diferencia entre la vida y la muerte", dijo a la BBC.
Gravity Industries, dirigida por el fundador y temerario Richard Browning, ha sido noticia en los últimos años por completar varios vuelos dentro de un traje "estilo Iron Man" e incluso establecer récords de velocidad, alcanzando los 186 kilómetros por hora. Aunque su creador en declaraciones previas dijo que es capaz de alcanzar una velocidad de hasta 321 kilómetros por hora, llevarlo a esas velocidades todavía está lejos de concretarse.
El traje cuenta con dos motores en miniatura en cada brazo y un tercer motor en la espalda, que le permiten al paramédico controlar sus movimientos moviendo sus manos. Su fabricación es realizada por completo con tecnología de impresión 3D, permitiendo abaratar costos y hacerlo lo más ligero posible, pero a su vez lo suficientemente fuerte y resistente.
Browning completó un ejercicio de demostración en el Distrito de los Lagos del Reino Unido como parte de la colaboración. En declaraciones previas definió la experiencia diciendo que se sentía como esos sueños que se tienen de vez en cuando mientras dormimos, en los que volamos por los cielos. Completamente libre de moverse, sin esfuerzo, en un espacio tridimensional, rompiendo lazos con la fuerza de gravedad. "Si la idea despega, el paramédico volador estará armado con un botiquín médico, con un fuerte analgésico para los aventureros que puedan haber sufrido fracturas, y un desfibrilador para aquellos que puedan haber sufrido un infarto", dijo Mawson a la BBC.