En medio del retorno a las prácticas deportivas, razón por la cual se detectaron varios casos positivos de Covid-19, repasamos quiénes son los deportistas más destacados del mundo que se recuperaron de graves enfermedades e incluso volvieron a la alta competencia.
Una reflexión que nos acerca a la idea que cualquiera puede enfermarse, no sólo las personas sedentarias, aunque el deporte y la buena alimentación siempre benefician una mejor recuperación.
No hace falta hacer referencia al Covid-19 para mencionar deportistas que se mantuvieron en el más alto nivel incluso padeciendo alguna enfermedad respiratoria. Paul Scholes, que supo vestir únicamente la camiseta de Manchester United entre 1993 y 2013, recorrió gran parte de su carrera con asma y ataques de tos. También David Beckham, quien fuera su compañero en el United durante varios años, sufrió asma, pero se lo detectaron recién cuando desembarcó en Los Ángeles Galaxy, de la liga estadounidense, a los 32 años.
Pero uno de los casos más particulares de futbolistas con afecciones respiratorias, es el de Salvatore “Toto” Sirigu, arquero de la selección italiana en el la Copa del Mundo Brasil 2014. De niño, cuando daba sus primeros pasos como jugador, sufrió un bloqueo respiratorio que le impidió seguir el ritmo de sus compañeros. Tras varios estudios que le confirmaron sus problemas de asma, un entrenador le propuso ponerlo de arquero porque tenía manos grandes, era alto y corpulento. Y mal no le fue, pese a ser asmático, cumplió su sueño de ser futbolista: en 2011 llegó a ser el portero titular del Paris Saint Germain, ha sido internacional con Italia y cuatro veces campeón y arquero del año en la liga francesa.
Por fuera del mundo del fútbol, hay muchos otros casos de deportistas con asma crónico que tuvieron una carrera exitosa, por ejemplo, el jugador de la NBA Dennis Rodman, multicampeón con Detroit y Chicago.
Si nos corremos de afecciones respiratorias, pero permanecemos en la NBA, es menester mencionar a Chris Dudley. Jugó 16 temporadas en el más alto nivel del básquet con las camisetas de Cavaliers, Nets, Blazers, Rockets, Knicks y Suns. Dentro del campo su mayor virtud fue la defensa, con una mara de 5.500 rebotes en 866 partidos. Cualquier estadística de su carrera tiene un agregado: todo lo hizo con diabetes Tipo 1 y siendo insulinodependiente. Hasta ahora es el único jugador de la historia de la NBA con diabetes.
La lista de deportistas de alto rendimiento que se mantuvieron en competencia o que retomaron la actividad luego de superar una enfermedad es muy larga. Pero hay casos destacados.
¿Uno nuestro? Germán Adrián Ramón Burgos, más conocido como “El Mono”. Surgido de Ferro, ídolo en River, arquero de la selección Argentina y ayudante de campo del Cholo Simeone en Atlético Madrid. Cómo jugador, del “Colchonero”, le tocó uno de los partidos más difíciles: superar un cáncer de riñón. Se lo diagnosticaron en 2003 y cuando le dijeron que debía operarse, le pidió a los médicos que programen la intervención para un lunes, así podía jugar el fin de semana. Se operó, se recuperó, le quedaron 35 puntos de sutura como recuerdo y volvió a las canchas.
Un reconocido futbolista de elite mundial que superó un cáncer es Arjen Robben. Con apenas 20 años, momento en el que fue fichado por el Chelsea tras romperla en el PSV, al holandés le detectaron un tumor en los testículos. Fue en 2004, pero lo reconoció luego cuando ya estaba curado. De hecho, el jugador contó que se mantuvo en tratamiento mientras formaba parte del plantel naranja en la Eurocopa. Al año siguiente, ya en Chelsea, fue campeón y figura de la premier league.