Durante la primera semana de agosto se promueve a nivel mundial la lactancia materna, y a la leche materna como el mejor y más completo alimento para un bebé.
Esta fecha fue instaurada en 1992 por la Organización Mundial de la Salud -OMS- y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia -UNICEF-, buscando proteger, fomentar y apoyar la lactancia materna. Sin embargo, no todas las culturas apoyan este vínculo de alimentación madre-lactante, ni todas las mujeres pueden o eligen alimentar de esta manera a su bebé.
¿En qué situación se encuentra Argentina en cuanto a promoción de la lactancia? Inicialmente, las trabajadoras cuentan con una licencia por maternidad de 90 días, y el cobro de sus haberes durante ese lapso a través de ANSES, pudiendo extenderse de 3 a 6 meses sin goce de haberes. Además, la Ley de Contrato de Trabajo 20.744, art. 179° garantiza que toda madre trabajadora disponga de dos descansos de media hora para amamantar a su hijo en el transcurso de la jornada de trabajo, al menos durante todo el primer año de vida del lactante. Si el bebé no está cerca, se podrá sumar esos descansos y trabajar una hora menos por día durante el período indicado.
Asimismo, por la Ley 26.873 de Promoción de la Lactancia Materna el Estado nacional promueve la generación de “Espacios Amigos de la Lactancia” en los ámbitos de trabajo, un lugar higiénico y privado para que la mujer pueda extraerse leche y refrigerarla. Sin embargo, todo esto es desde el punto de vista jurídico y legal, debido a que, lamentablemente, no siempre los empleadores se apegan a las leyes y sugerencias institucionales.
En concordancia con las leyes y costumbres, para que la lactancia materna funcione la sociedad y el entorno familiar deben acompañar el proceso y ayudar a sostenerlo. "El enfoque que tenemos de la lactancia va mucho más allá de las mamás, es de toda la sociedad y las familias, -…- estamos trabajando para que sea colectiva y se sostenga por más tiempo" indicó el actual Ministro de Salud de la Nación, Ginés González García al respecto. Estos dichos, se dieron durante el ciclo de conversatorios que se llevaron a cabo durante los primeros días de agosto en Argentina, y teniendo en cuenta que para poder cumplir con la lactancia exclusiva durante los primeros 6 meses de vida del bebé -tal como indica la OMS- faltan esfuerzos, tanto desde del sector privado, como del estatal como garante.
Lo que hace a la lecha materna única son tres características propias, dignas de señalar: es humana, diseñada especialmente para la especie; es un tejido vivo, tiene células tales como los glóbulos blancos que protegen al recién nacido de infecciones; y es cambiante, una característica maravillosa, ya que la leche se va adaptando y cambiando sus componentes a partir del contacto con la boca del bebé y se modifica constantemente a medida que pasan los días.
Además, la lactancia contribuye con un planeta más limpio y saludable: ayuda a mantener la seguridad ambiental, ya que no genera residuos y su producción no implica gasto de recursos naturales. En esta línea, la Sociedad Argentina de Pediatría -SAP- la considera como una acción ambiental sustentable porque no requiere de procesos químicos ni energéticos. No requiere de utensilios, ni mamaderas, ni elementos que contaminen el entorno.
La lactancia es una práctica que genera muchas discusiones, aún desde aquellos sectores que no tienen conocimiento acabado al respecto. Hace unos años, se difundió un hecho que generó polémica cuando la policía de San isidro echó de una plaza a una mujer que amamantaba a su hijo, luego de hacer un trámite bancario frente al lugar. Más allá de que en nuestro país no sólo NO está prohibido amamantar en público, sino que desde las instituciones gubernamentales de salud se promueve y alienta la lactancia, “dar la teta” no debería generar opiniones ajenas a quien decide llevar a cabo esta acción. La realidad de cada mujer es diferente y, de hecho, no siempre amamantar es la mejor opción. Aún en el 2020 hay muchos obstáculos diarios para que una mujer logre una lactancia exitosa: impedimentos laborales, enfermedades o diferentes circunstancias que lleven a la mujer a decidir no amamantar a su bebé.
En más de una oportunidad, las mujeres suelen sentirse calificadas acerca de si es conveniente o no dar el pecho en público, hasta que edad del lactante deberían hacerlo, si decidió no dar el pecho, si algún impedimento físico o anímico le impide alimentar a su bebé, etc… Ante lo cual, siempre es beneficioso asesorarse en organismos avalados por el Ministerio de Salud o con profesionales que ayuden a sostener o retirar la lactancia.