En Argentina el futuro cercano del deporte es totalmente incierto. A nivel futbolístico no hay definiciones, y en otras disciplinas la incertidumbre es aún mayor. A nivel mundial, algunos países ya están pensando en que vuelva a rodar la pelota, pero muchas federaciones ya cerraron hasta el año que viene. Acá, un breve repaso de la situación…
En nuestro país el deporte está parado en su totalidad desde que se decretó la cuarentena para prevenir el aumento de casos de Covid19. En el fútbol, la disciplina más importante por convocatoria y por estructura, nadie sabe qué hacer. Lo único concreto son las declaraciones del Presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Claudio “Chiqui” Tapia, quien cada vez que fue consultado al respecto, afirmó que va a esperar decisiones del Poder Ejecutivo en materia sanitaria, para luego empezar a resolver qué hacer con la temporada 2019/20, que quedó trunca al cabo de la primera fecha de la Copa de la Superliga.
A raíz de la última conferencia de prensa del Presidente, Alberto Fernández, donde se hizo extensiva la cuarentena hasta el 10 de mayo en aquellas ciudades que superen los 500 mil habitantes, la AFA dio por terminada la temporada y confirmó que no habrá descensos, durante al menos, dos temporadas. Sin embargo, al cierre de esta nota aún se esperaba por las confirmaciones oficiales.
A nivel sudamericano la cosa no es muy distinta. En principio, la Confederación Sudamericana de Fútbol (CONMEBOL), suspendió la Copa Libertadores y la Copa Sudamericana hasta el 6 de mayo, fecha en la que debía terminar la fase de grupos de la Libertadores. Llegado el momento y dependiendo de la situación sanitaria en la región, se definirá si continúan los torneos, o si se terminan. Lo más concreto y la primera medida que se tomó fue la postergación de la Copa América, organizada por Argentina y Colombia, que se jugará en 2021.
La UEFA en Europa tomó una medida similar: postergó un año la realización de la Eurocopa, pero a nivel clubes, cada federación analiza como retomar la actividad. El primer paso lo dio Alemania; allí aseguran que están trabajando para que se vuelva a jugar la Bundesliga. Sería a puertas cerradas con solo 238 personas por partido trabajando en el estadio, incluyendo planteles, delegaciones, empleados, médicos y seguridad.
En el plano polideportivo, las decisiones más apresuradas y concretas llegaron desde el tenis. Lo primero que se supo, antes de que haya una notificación desde la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP), es que Roland Garros se postergaba, y así el Grand Slam parisino fue el primero en modificar su fecha. Luego, desde la federación adelantaron que no habría actividad hasta, por lo menos, septiembre. Con ese panorama, Wimbledon suspendió su actividad. Directamente, en Londres decidieron que en 2020 no se juegue y es la segunda vez en la historia que no se disputará el legendario torneo de césped.
Pero la decisión que más se esperaba y más se demoró fue la del Comité Olímpico Internacional (COI), por los Juegos Olímpicos de Tokio, que estaban previstos para junio. Mientras muchas disciplinas participantes ya habían cancelado sus torneos clasificatorios, el Comité mantenía la fecha estipulada. Finalmente, luego de anunciar que se tomarían un tiempo para definir qué hacer, decidieron su postergación para el año que viene, en otra decisión inédita, pero necesaria.