Los alimentos orgánicos están de moda y despiertan la atención de los consumidores. En los últimos años, aumentó su promoción y el consumo se hace cada vez más popular. Los encontramos en las ferias, en las dietéticas, las verdulerías del barrio e incluso en grandes cadenas de supermercados -en mucha menor medida, claro-. Sin embargo, al ser una nueva alternativa más saludable, es conveniente informarse debido a que existen muchos mitos y verdades relacionados con este tema.
La producción de alimentos orgánica se rige por un sistema que usa métodos específicos e insumos que procuran el cuidado del ecosistema y de los trabajadores involucrados en el proceso, además, excluye el uso de agroquímicos y fertilizantes sintéticos. Este sistema está reglamentado por un conjunto de normas que cuidan dicha producción en todas sus etapas: elaboración, manipulación, transformación, transporte y comercialización. Asimismo, se establecen prácticas, tiempos y sistemas a cumplir para que un producto pueda ser considerado como orgánico. Finalmente, el producto debe estar avalado por una empresa certificadora o entidad oficial autorizada por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria -SENASA-, mostrando el logotipo y leyendas correspondientes en su envase.
Todo esto se encuentra enmarcado en la Ley Nacional de Producción Orgánica Nº 25127.
Una de las dudas más frecuentes sobre este tema tiene que ver con la creencia de que son más nutritivos los alimentos orgánicos que los convencionales, y efectivamente, son más naturales que otros que no cumplen con estas características arriba mencionadas. Los alimentos orgánicos no sólo poseen menor cantidad de residuos de agroquímicos, sino que también pueden ser hasta un 70 por ciento más ricos en antioxidantes que los no orgánicos. Además, tienen un sabor genuino, que es incomparable al de otros alimentos de procedencia industrial, los cuales son tratados con aditivos y conservantes que les pueden llegar a cambiar el sabor.
El uso de pesticidas en las producciones representa no sólo un riesgo para el ambiente, sino para la salud, ya que hay algunos químicos que terminan siendo veneno para el cuerpo humano y a la larga pueden contribuir a desarrollar enfermedades. Actualmente, hay un sector de la sociedad y estudiosos capacitados en el tema alimenticio que expresan su preocupación por los trabajadores que mantienen un contacto directo con estos pesticidas que son sumamente tóxicos para la salud.
Una gran verdad sobre los alimentos orgánicos sobre la cual no se hace tanto hincapié es que ayudan a conservar el ambiente para generaciones futuras: al no emplear químicos en la tierra donde son cultivados, se protege al suelo para que no se vuelva árido y se pueda seguir produciendo.
Un dato recientemente conocido por el portal El Cronista, es que en Argentina ya suman 1500 empresarios orgánicos certificados que durante 2019 exportaron más de 175 mil toneladas de alimentos. Entonces, aquí hay una oportunidad. Por eso, desde nuestro espacio creemos que es importante que la gente acceda a la información correcta sobre este tema, se informe acerca de los beneficios para la salud, y además, contribuya a la conservación del planeta, como siempre bregamos.