La nueva comodidad que se comenzó a ofrecer en un aeropuerto japonés
En el mundo del transporte, hace ya unos años, los vehículos autónomos son uno de los grandes atractivos en innovación. Los medios comenzaron a llenarse de información al respecto a partir del marketing disruptivo de Tesla, una de las tantas empresas fundadas por Elon Musk -PayPal, Solar City, The Boring Company, Space X-, que puso en el mapa a los autos autónomos, con tácticas de mercadeo como poner en órbita uno de sus coches. Hoy además de automóviles, también han presentado camiones autónomos, una opción que podría revolucionar por completo cuestiones de logística para cientos de empresas.
Pero las tecnologías autónomas no terminan aquí, desde motos o drones -con capacidad de transportar personas-, hasta aspiradoras hogareñas que mapean toda una vivienda para limpiarla por completo de la manera más eficiente posible, todo parece indicar que la autonomía vino para quedarse.
Es por eso que la aerolínea All-Nippon Airways, en asociación con Panasonic, ha diseñado y comenzado a probar sillas de ruedas autónomas para transportar personas mayores a lo largo y ancho del aeropuerto internacional de Narita, en Tokio. Estas sillas poseen portaequipaje en la parte posterior, así como también con una pantalla táctil en la parte lateral izquierda para indicarle a la inteligencia artificial a cargo de la silla a qué sector del aeropuerto queremos dirigirnos. Funcionan de manera similar a las aspiradoras autónomas, solo que en vez de mapear una vivienda, tienen mapeado todo el aeropuerto para saber cómo movilizarse.
La idea surge en un país con la esperanza de vida más alta del mundo, sumado a que el aeropuerto de Narita es uno de los más grandes en todo el mundo, tanto en extensión como en número de vuelos. Realizar el check-in, pasar por migraciones, trasladarse hasta la terminal indicada, o hacer una conexión con otro vuelo, implica recorrer largas distancias, con todo y equipaje a riendas. Por lo que, dicho invento, no está orientado solo a discapacitados, sino también a personas mayores en general o con problemas de movilidad. En el caso de la gente de la tercera edad, también soluciona otras cuestiones adicionales relacionadas con la comprensión del mecanismo del aeropuerto, ya que, generalmente, se les dificulta leer carteles o escuchar mensajes informativos.
En esta etapa inicial, un guía de la aerolínea acompaña a cada silla de ruedas autónoma a lo largo de todo el trayecto, para verificar su correcto funcionamiento y asistir a los pasajeros. Se espera que en las próximas semanas las sillas se trasladen por cuenta propia por el aeropuerto en su totalidad.