Cada vez son más las empresas que cuidan mucho que exista un buen ambiente de trabajo, y es que éste es la clave para que los empleados no sólo rindan más, sino mejor: se implican más en sus tareas y contribuyen al crecimiento de dichas entidades.
El término “desarrollo sostenible” capta la idea de una vía que dé respuesta a las necesidades de las personas preservando, al mismo tiempo, las bases sociales, económicas y medioambientales de las que depende el desarrollo. De esta manera, la infraestructura de las empresas toma un papel más importante en relación al cuidado del medio ambiente y a las relaciones laborales.
El Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible -OPDS- junto a la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, a partir de un acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo -BID- creó un programa que permite a las empresas adquirir herramientas para una producción más limpia. Con el fin de lograr un beneficio ambiental, operativo, económico y mayor competitividad se fortalece la implementación del programa en todo el territorio bonaerense otorgando subsidios y créditos a las empresas que orienten su actividad en ese sentido.
Asimismo, las empresas que demuestren la aplicación de una producción "más limpia” en los procesos productivos -diseños sustentables o bioclimáticos- pueden o no certificar internacionalmente sus instalaciones. Uno de los sellos más conocidos para lograrlo es el LEED -Leadership in Energy & Environmental Design, Liderazgo en Energía y Diseño Ambiental por sus siglas en inglés- y para conseguir la certificación es necesario contar con un enfoque integral tanto desde el diseño como en la construcción, en el cual se establecen los objetivos de sustentabilidad en conjunto con el cliente.
El eje principal de la producción “más limpia” se relaciona con la modificación de determinados hábitos utilizados a la hora de desarrollar los procesos productivos que no tienen en cuenta el concepto de sustentabilidad y, principalmente, apuntan a lograr: ahorro energético, ahorro en el consumo de agua, gestión interna de residuos, análisis del ciclo de vida de los productos y reformulación del diseño del producto, como por ejemplo el reemplazo de materias primas contaminantes por aquellas que no lo son contemplando el desarrollo de eco packaging, seleccionando técnicas de producción ambientalmente eficientes, reduciendo la cantidad de material usado, entre otros .
Consecuentemente, se fueron modificando numerosas empresas con respecto al rediseño de distintos espacios utilizando materiales reciclables, ecológicos y sustentables como paneles solares o la creación de espacios verdes como parte de la infraestructura de la empresa. Esta es una buena manera de contribuir no solo a una mejor calidad de vida de los trabajadores sino también al cuidado del ambiente. Es importante entender que el medio ambiente no es sólo de los ambientalistas, y que habrá un cambio relevante cuando la sociedad entera lo asuma como propio.