El joven Basquiat comenzó a practicar el grafiti en 1977 en los vagones del metro y en fachadas del barrio del Soho -Nueva York-, zona donde hay numerosas galerías de arte.
La delicada situación económica, las altas tasa de delincuencia y el ingreso del crack en los barrios bajos hicieron que ésta ciudad, durante los años 70, parecía el escenario de una película de mafiosos.
En este contexto Basquiat abandonó su casa y vivió durante dos años en la calle, en lugares abandonados, sobreviviendo gracias a las remeras y postales, que pintaba y vendía, a la vez que continuaba con el grafiti, donde se expresaba de forma poética, filosófica, pero sobre todo, satírica. En este período, junto a su compañero Al Diaz nace SAMO -las siglas de Same old shit, es decir, “la misma porquería”, con el que ambos firmaban sus grafitis-.
Un artículo publicado sobre esta escritura callejera publicado en el prestigioso The Village Voice, fue la primera señal de que el mundo del arte se interesaba por él. SAMO fue un misterio para muchos neoyorquinos y encendió las alarmas de los críticos de arte que comenzaron a seguirle pista, decían que antes ir por la calle por algunas zonas era poco interesante pero desde que SAMO apareció esos lugares cambiaron.
Frases de SAMO
- “Samo salva idiotas”.
- “Samo pone fin al lavado de cerebro religioso, la política de la nada y la falsa filosofía”.
- “Samo como alternativa a la alimentación de plástico”.
- “Medios de comunicación lavado de cerebro”.
Años más tarde se empezó a leer la leyenda “SAMO is dead” -SAMO está muerto- el propio Basquiat dijo “Escribí “SAMO IS DEAD” por todos los sitios y desde ese momento, empecé a pintar”
Tuvo 8 años de total intensidad, del grafiti pasó a tocar el clarinete en Gray, una banda que había fundado junto al actor Vincent Gallo mientras, en simultáneo, pintaba con todo lo que encontraba a su alcance, paredes de casas de amigos, ventanas y puertas encontradas en la calle y, por supuesto, lienzos. Su principal búsqueda no fue el dinero ni la fama, sino el reconocimiento de su padre.
Buscando la aceptación paternal y respeto de la comunidad artística se acercó a Andy Warhol quien lo ayudó en sus momentos oscuros causados por el abuso de heroína. Pero luego de enterarse de la muerte de Warhol, Basquiat se encerró aún más en el espiral de la droga.
Mientras intentaba alejarse de su adicción su inspiración parecía decaer, de hecho en un reportaje declaraba “me dijeron que la droga me estaba matando, entonces paré y me dijeron que mi arte estaba muerto”.
La estrella de Jean Michel Basquiat se consumió demasiado pronto, en 27 años conquistó el mundo del grafiti, vivió en las calles, pintó más de mil cuadros, los vendió por millones, tuvo un romance con Madonna y estuvo bajo el cuidado de Andy Warhol. Pero su arte empezaba a oscurecer bajo el cocktail de la profunda depresión y el abuso de drogas. Se alejó de sus amigos de toda la vida, no confiaba en nadie, ni siquiera en él.
El 12 de agosto de 1988, a los 27 años, muere por sobredosis de heroína, droga a la que según él había recurrido para sentirse más concentrado en su arte.
Absi