Los días de semana, en las calles vecinas al Congreso de la Nación, todo es prisa. Una zona poblada de oficinas y locales, en donde no pareciera caber un segundo para la contemplación y el relajo. Pero cuando los numerosos negocios de la zona cierran, las calles ruidosas y pobladas se convierten en un monótono gris de persianas bajas y silencio.
Los días de semana, en las calles vecinas al Congreso de la Nación, todo es prisa. Una zona poblada de oficinas y locales, en donde no pareciera caber un segundo para la contemplación y el relajo. Pero cuando los numerosos negocios de la zona cierran, las calles ruidosas y pobladas se convierten en un monótono gris de persianas bajas y silencio.
Un vecino del lugar quiso cambiar este paisaje y aportar su grano de arena. Él, junto a otros artistas impulsó el “Proyecto Persiana”, un grupo de personas que intervienen y convocan a intervenir las persianas de los locales de Congreso, para cambiar la vista y embellecer su lugar.
Hablamos con una de las integrantes del Proyecto, Milagros Avellaneda para contarnos por qué las calles del centro están cada vez mas coloridas.
¿Cómo nace proyecto persiana?
Nace a partir de la inquietud de embellecer el barrio de Congreso, donde predominaba el gris y la suciedad del barrio San Nicolás donde vivía Santiago Cavanagh -impulsor-. A partir de una serie de coincidencias y casualidades, en Agosto decidió darle forma a su idea y me suma a mí que ya me conocía en otro ámbito laboral pero teníamos en común la inquietud por el arte. Hoy, a dos años del proyecto, al equipo lo integran Santiago, Milagros, Juan Ridolfi -Poncho- y Lucía Arrocha.
Hoy el proyecto es un poco más conocido en la zona de congreso, ¿Cómo fue la primera reacción de los comerciantes al acercarle la propuesta de intervenir la persiana de su negocio?
Las reacciones fueron variadas. No es fácil dar lugar a artistas que intervengan tu persiana si ni siquiera los conocen ni saben lo que van a ser. Al principio era más difícil. Pero una vez que la movida fue tomando volumen ya los comerciantes estaban al tanto del impacto positivo y de las lindísimas obras que se plasmaban en las persianas.
Muchas calles de la zona tienen su característica particular: Libertad es la calle de los joyeros, Talcahuano de la música, etc.
¿Tienen ustedes algún abordaje conceptual a la hora de intervenir cada calle?
Sí, cada calle tiene propuesta una temática. La de Talcahuano fue música, por ejemplo. Después las temáticas variaron entre océano, naturaleza, danza, mitología.
Cuando no queden mas persianas que pintar en el barrio, ¿Tienen pensado algún otro desafío?
En agosto de este año hicimos una edición de Proyecto Persiana en Rosario. La idea es federalizar el proyecto y replicarlo en todas las provincias, unir puntos a través del arte.
¿Cuáles son tus intervenciones favoritas, o, las que crees que la gente no puede dejar de ver?
Creo que la gente no puede dejar de ver lo que hicimos hace dos semanas, por nuestro 2º aniversario, en el barrio de Saldías en el Polo Cultural Saldías. Recomendamos también la Calle Talcahuano que es, a modo personal, mi favorita. Es imperdible la obra de Leticia Bonnetti de la cantante Björk en Mitre y Talcahuano.
¿Cómo pueden anotarse los artistas interesados en el proyecto?
Aquellos interesados deben estar atentos a nuestras redes cuando salgan las próximas convocatorias.