En la literatura se dan universos interiores, paletas de lo irreal a partir de un solo ser humano: el escritor.
La posibilidad de exponernos frente a otros en un texto, incluso frente a nosotros mismos, requiere dedicación y empeño. Se elige a cada momento la palabra para la frase correcta con la torsión adecuada, llamándose a ello “calidad” de autor.
A lo que se espera, entonces, de un buen libro, sumémosle el aporte de Leónidas Lamborghini al darle humor, mezclas de géneros literarios, y temáticas poco utilizadas entre los escritores en general.
Se pueden degustar sus palabras, abrirlas por dentro y encontrarles más sabor: Leónidas sabe hacer bailar al lenguaje, hacer de él una repetición incansable, una lectura de atrás hacia adelante, dividirlas y colocarlas en veredas enfrentadas y salir airoso. Su literatura permite entretenimiento aún cuando nos deja buscando su significado. Y no es capricho lo que mueve a Leónidas: es el jugar con la palabra.
El Concilio de Trento. Celebrado entre 1545 y 1563, era del Renacimiento, fue una era de grandes debates entre los altos mandos eclesiásticos. Partidarios de la reforma, encolumnados bajo las figuras de Juan Calvino y Martin Lutero, presionaron a la iglesia católica a momentos de reflexión y crisis que a menudo los condenaba a la hoguera, o con suerte, la excomulgación.
El entendimiento de Dios, el lugar de los hombres sobre la tierra, la corrupción y la mejor forma de rendirle culto a su obra serán las herramientas que tendrá la contrarreforma de la iglesia para acuartelarse y establecer el Dogma entre los fieles cristianos.
En ese contexto el prestigioso obispo Procopius vivirá una enfermiza relación con su estudiante, la exótica Gitona, que oculta, bajo su aparente inocencia, grandes habilidades de poder y manipulación.
Agradan la mezcla de poesía, novela, y técnicas típicas del teatro en Trento. Lamborghini, ha sido sabio para dejarnos un libro que nos conduce a un salto temporal a todos los lectores desde la portada misma del libro. Casi es un desperdicio leer su contra tapa, cada detalle de la historia nos presentará el doble placer de releerlo y disfrutarlo como en el primer vistazo. Así llegará el momento del fin y de un efecto dominó dónde en nuestra cabeza encajarán las piezas.